LA RUEDA DEL TIEMPO

Vuelta a la escritura nocturna vuelta a los continuos sin sentidos de un loco con retazos de cordura, o tal vez un cuerdo con reflejos de locura... En cualquier caso aquí estoy, escribiendo desvaríos, aquí estoy y aquí seguiré, poco a poco, reflejando tonterías e incongruencias, plasmando palabras sin rumbo. Palabras e historias, las historias de un caído, historias sobre la muerte, sobre lejanos reinos olvidados y numerosas anécdotas de las riquezas allá habidas, sobre crueles gobernantes y tiranos que al pueblo oprimían, sobre cuentos de rugientes acantilados y los suicidas que allí se agolpaban, llenos curiosamente de suprema felicidad, sobre cambios en la vida y cambios de humor, sobre amores perdidos y otros encontrados, sobre llantos, lamentos, alegrías y enojos, sobre la más bella naturaleza y sus némesis, sobre discursos de las armas y las letras, las ciencias y la vida, sobre muerte, vida, e incluso sobre la vida acaecida tras la muerte, sobre memorias de los caídos y sobre forjas, herreros, manzanos y pillastres, sobre dolor y esperanza, secretos ocultos y recuerdos vivaces, sobre la historia de millares de años ha, siglos de evolución y cambio, pero también siglos de perpetuidad y progresión, sobre prisiones y prisioneros, cautividad y libertad, locura y cordura...

Miles de historias por encontrar, por escuchar y por entender. Miles de historias perdidas, enterradas todas, guardadas a salvo del paso del tiempo, Perpetuadas y escritas todas bajo una señal, la señal de un caído...