Es difícil contener las lágrimas al ver los sucesos acaecidos la tarde de ayer a las 19 horas. Familias enteras se han visto desoladas y durmiendo en el raso, muchas de ellas rezando por sus heridos, y aun más desgraciadamente, unas pocas despidiéndose de ellos. De nuevo se plantea ya como un hecho bastante claro el estado en que hemos dejado a un planeta que agoniza, y que aun nuestros líderes niegan poder ver. No obstante, hoy no es un día de protesta, sino un día de solidaridad, de apoyo a nuestros vecinos lorquinos y a todas las víctimas que ha dejado este funesto suceso.
Son estas horas en las que verdaderamente nos damos cuenta de la magnitud de nuestros actos, de las terribles causas que dieron lugar a un Haití desolado y a un Japón abatido. Hoy la tragedia nos toca a nosotros, y por desgracia somos muchos los que pensamos que sin un milagro las cosas irán a peor. Pero hasta en estos duros momentos, nuestro pueblo, y todos los pueblos de este mundo, debemos permanecer unidos. Debemos ayudarnos unos a otros y ofrecer una muestra de solidaridad, una muestra de apoyo, una unidad que ha de caracterizarnos como pueblo y como seres humanos.
Hoy la empatía y la solidaridad españolas se ponen a prueba. Espero con todo el dolor y a la vez con toda mi esperanza que pasemos la prueba. Hoy es un día en que cada español y cada persona debemos permanecer unidos y debemos apoyarnos mutuamente, trabajando porque los sucesos ocurridos sean pronto un suceso relegado al pasado.
wow
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