martes, 20 de diciembre de 2011

Tal vez

Cada día me cruzo con un hombre. El no se percata, siempre junto a la puerta de un supermercado, con "La Farola" en mano y esperando algo, todos piensan que es dinero, que busca algo para comer, dormir bajo un techo o meterse un pico, pero se equivocan. Busca algo más... todos los de su condición lo buscan, aunque ni siquiera se den cuenta. Como cada día, pasé de largo, le vi, y pensé en la putada que se le venía encima, caminé un par de metros más hacia adelante y me detuve. Tenía solo 20 céntimos en mi bolsillo, tenue paliamiento para lo que el padece. Volví la mirada y ahí estaba, con una sonrisa en la cara dirigida a todos los transeúntes de la calle que lo ignoraban, ocultando con ella toda su miseria, imperturbable. Retrocedí aquellos metros que nos separaban y le entregué esos míseros 20 céntimos, no curarán su dolor, pero menos da una piedra dicen.

El 2011 se acaba, y con él, un año de absoluta miseria. Intento convencerme a mi mismo de que el 2012 será un buen año, sin éxito por desgracia. Tengo claro que será peor que el anterior, que estas navidades no serán de alegría y felicidad, de buenos momentos y rememoraciones, pero tal vez, y solo tal vez, este sea el año de algún otro, tal vez de ese hombre, o tal vez de alguna otra persona, tal vez alguien encuentre su felicidad en algún lado y cambie su sino. Tal vez alguien cambie todo eso y comience su nueva vida. Ignorar a ese hombre no era un buen motivo para mirar hacia adelante, pero pensar en que a lo mejor su suerte, o la de cualquier otra persona, si es un buen motivo para seguir mirando hacia adelante y continuar el camino.

2 comentarios:

  1. Profunda experiencia y reflexión. Ojalá cada uno fuésemos capaces de dar 20 céntimos de lo que tenemos. O una sonrisa. Un bocadillo. Una buena tarde. Una película tonta. El inicio de esa felicidad.

    Creo que me quedaré por aquí un poquito más...

    Un saludo!

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